Nos dedicamos a explorar caminos a caballo con el sublime disfrute del asombro que permite la naturaleza, al hacerlo, nos sentimos inmersos en ella disfrutando de momentos simples pero grandiosos, así será mágico escuchar nuestras cabalgaduras y el viento que mueve arboles y hojas, aspirar el aire puro del campo, el olor que produce el sudoroso caballo y conmovernos con los colores con los que nos topamos.

Somos unos enamorados del caballo y de la relación nuestra con él y  su energía infinita, regalo de la naturaleza y la divinidad. El caballo es para nosotros un don de Dios que nos permite privilegiarlo y viajar con él  integrados en su generosidad

En mil novecientos noventa y dos comencé a viajar por los caminos de la colonización antioqueña, fenómeno social migratorio que en los siglos 19 y 20  fundó mas de cien pueblos luego de  salir desde Medellín y llegar hasta el norte del Tolima y del Valle del Cauca. Los caminos intactos a caballo, me permitieron perseguir esos viejos fantasmas de mis antepasados  y entender que somos viajeros  infinitos que nos asombramos con estos.   El viaje de esos colonizadores aun continua y con él,  podemos recrear historia, paisajes, cultura, delicias culinarias y tradiciones de nuestros pueblos, raíz   y sostén de nuestras tradiciones.  Viajar con nosotros es simplemente vivir la oportunidad de un viaje a otra época con las comodidades del hoy.

En el dos mil diez y nueve, nace Viaje a Caballo, el libro,  inicialmente  con la intención de que fuera un recuento literario de alguno de tantos caminos por donde he viajado.  Sin embargo el libro hace parte emocional del  fundamento de el arte de viajar a caballo   como oportunidad  y regalo infinito de vida.

Al viajar a caballo no solamente se piensa si no que se disfruta la vida en comunión energética con el caballo y con la compañía de los amigos o de otros viajeros.

Nuestro equipo de trabajo estará pendiente de su bienestar y de que la armonía de la naturaleza, les llene el alma de emociones.

 

Rutas

Ruta de Gardel.

A Carlos Gardel lo vengo persiguiendo desde que tengo uso de razón. De niño escuchaba por la radio o en los discos de vinilo esa voz mágica, suave y a la vez potente que ningún  otro cantante desde que inauguraron esta tierra ha podido imitar o tener, de hecho  ha sido catalogada por la UNESCO  como la voz artística de la humanidad en el  siglo veinte.  Y a esta ciudad de Medellín un veinticuatro de Junio de mil novecientos treinta y cinco  vino a morir Gardel  en un accidente por demás ridículo, como en realidad son todos los accidentes. Era el destino, el trágico e indeleble destino el  que lo ubicó esa tarde  aciaga  en el aeroparque las Playas,  donde lo esperaba la muerte envuelta en llamas y humo  para alzárselo, dejarlo  sin voz abrazado  al inmortal recuerdo.

El accidente dio para todo, la ciudad que era casi un villorrio  se desperezaba a la luz del siglo veinte y apenas intuía la industrialización, contaba acaso con cien mil habitantes  y ya había registrado el canto del zorzal criollo hacia unos pocos días, pues la presentación del artista y sus guitarristas se había dado en el famoso circo España el día doce de los corrientes del mes de Junio.  El incendio y   la destrucción de los aviones de la SACO y la SCADTA bautizaron  la tragedia. Los cadáveres carbonizados fueron enviados al anfiteatro de la facultad de medicina de la universidad de Antioquia donde con dificultad pero con ordenado juicio los médicos encargados realizaron la intervención de necropsia a  los occisos.  El cadáver de Gardel fue identificado por una platina de oro que tenía sus iniciales con   las letras  C y G amen de  su dentadura postiza que era para la época toda una revolucionaria apuesta al diseño de sonrisa.  Sus restos carbonizados fueron depositados luego en una tumba del cementerio de San Pedro de Medellín y durante  seis meses permanecieron allí hasta que su madre apoyada por el gobierno argentino presentó reclamación de lo único que quedaba del zorzal criollo para llevárselo a su Buenos aires querido  a descansar eternamente en paz.

Según la historia luego de la exhumación y la controversia en la parroquia por dicho sacrilegio, pues no se permitían sacar restos de muertos hasta después de cuatro años,  lo que quedaba de Gardel, un cuerpo carbonizado y enjuto, fue llevado en su camino de retorno desde Medellín hasta  la ciudad donde pasó la mayor parte de sus alegrías.  El cadáver salió muy de madrugada, dicen que el diez y nueve de diciembre de mil novecientos treinta y cinco  a eso de las cuatro de la mañana  luego de que dos sepultureros del cementerio de San Pedro  hubieran terminado la penosa labor de  exhumar el cadáver.  Luego fue depositado    en un pequeño féretro de madera y hierro  y entregado  a  una celosa comitiva   que  se encargó de llevarlo hasta la estación de Cisneros y ponerlo en un vagón del ferrocarril de Antioquia.

El tren los dejó en  la Pintada  pues hasta ese momento no había  opción de continuar ya que aunque años mas tarde este terminaría en Buenaventura, los trabajos no  finalizaron sino hasta bien entrado el año cuarenta y dos.

Bajaron a Gardel a orillas del Cauca y lo acomodaron en turegas que fueron llevadas por mulas y así recorrieron un camino que  primero fue a Valparaiso, luego a Caramanta, Supia, Riosucio, Pereira y finalmente terminaría en el puerto de Buenaventura el veintinueve de Diciembre del año treinta y cinco. A Buenos Aires luego de muchas paradas, incluso Nueva York, llegó finalmente  el féretro con su ilustre personaje para darle sepultura el cinco de Febrero de mil novecientos treinta y seis.

Viaje a Caballo, rinde honores al mas grande cantante de la historia de la humanidad y rememora el camino final de este hacia su morada eterna.

Son  tres  días de viaje  disfrutando de los paisajes y la cultura del tango que se quedó insertada en la memoria y el corazón de los antioqueños.

Día uno 

Puente Iglesias – La Pintada..  17 kms a orillas del rio Cauca, paisaje de clima cálido tropical . Carreteable

Dia Dos.

Pintada  Valparaiso . 24 km, Caminos de potreros entre los farallones de la Pintada y carreteable. . Clima calido tropical

Dia Tres

Valparaiso  Caramante. 19 km Carreteable, llegada a 2300 msnm

Grado de dificultad intermedia

Ruta de otraparte

Grado de dificultad moderada

Ruta de Colonización Antioqueña

Aguadas, Abejorral y Sonsón

Fechas disponibles Febrero y Agosto, temporada SECA, o dependientes de las condiciones del tiempo

Viernes Día Uno

Salida del Hostal al sitio de partida denominado el “oro”.

“ el oro” Arma/Aguadas /finca la Cienaga, vereda guaco.

 

32 kilómetros preciosos de carreteable inicialmente en terreno de ascenso fuerte  desde los 650 msm a los 1900 metros y luego descenso  hasta los 1250 Msn. Vegetación de clima cálido con vista a la izquierda del rio Arma  afluente del Rio Cauca, llegando a la población de Aguadas (Caldas) se aprecia vegetación de clima templado y paisaje cafetero.

12 am hasta 1 y 30 pm, Almuerzo en el camino  . Llegada a  la finca la “Cienaga” 4 30 pm, Tiempo aproximado  de camino  8 horas.  

Cena